Está lejos. Pero en este mundo no hay ningún viaje que un hombre no pueda superar si pone el corazón en ello. No hay nada, Umbopa, que no pueda hacer, no hay montañas que no pueda escalar, no hay desiertos que no pueda cruzar…
H. Rider Haggard, Las Minas del Rey Salomón
Para hablar de los orígenes de lo que hoy conocemos como literatura especulativa, se hace imprescindible remontarnos hasta las postrimerías del siglo diecinueve, donde encontramos los primeros exponentes realmente populares de un género que todavía tardaría en explotar definitivamente dado el realismo imperante en la literatura de la época. Aquellos tiempos nos dejaron plumas tan famosas y reconocidas como las de Julio Verne y H.G. Wells, verdaderos visionarios y padres de la Ciencia Ficción, o la de Robert Louis Stevenson, quien popularizó la novela juvenil con su inmortal La Isla del Tesoro. Pero si hay un nombre que, a pesar de no ser tan popular hoy en día, sin duda es sinónimo de la novela victoriana de aventuras, este es el de Sir Henry Rider Haggard. Continue reading