Llega el verano y con él nuestros pueblos se llenan de gente. Llega el verano y el románico cobra vida. Las actividades se multiplican y en nuestra región los convenios entre la Junta de Castilla y León y los obispados permiten que los edificios se abran al público. ¡Que alegría! cuando vemos todos los templos abiertos, pero ¿nos paramos a pensar por un momento en la gente que hace posible esto?
Se los conoce como los custodios del románico, hombres y mujeres que pasan sus días de verano a la sombra de los templos románicos. Siempre los veremos con una sonrisa, encantados de recibirnos y mostrarnos lo que para ellos es un orgullo. Yo durante más de diez años fui una custodia del románico, os puedo asegurar que lo que nos lleva a pasar horas y horas con las puertas abiertas no es el dinero sino la emoción por enseñar una pequeña parte de nuestra historia, de nuestro pueblo y de nosotros. Continue reading