Micaelis: el maestro románico que rompió su silencio.

The following two tabs change content below.

Cristina Párbole Martín

Historiadora en la Fundación Santa María la Real. Creadora de "La Huella Románica" y difusora de todo lo que guarda este estilo artístico. En mis ratos libres investigo y defiendo los pequeños pueblos.

El pórtico del siglo XVI que se construyó en la iglesia de San Cornelio y San Cipriano de Revilla de Santullán (Palencia) protegió una de las iconografías más curiosas del románico palentino. En una posición muy estudiada, encontramos la firma y representación del artista encargado de tallar la portada, de la que destacamos la calidad de su talla y las condiciones tan óptimas en las que ha llegado hasta nosotros.

Arquivolta donde aparece representada la Última Cena, en una de las esquinas aparece Micaelis. Iglesia de San Cornelio y San Cipriano de Revilla de Santullán (Palencia)

Arquivolta donde aparece representada la Última Cena, en una de las esquinas aparece Micaelis. Iglesia de San Cornelio y San Cipriano de Revilla de Santullán (Palencia)

Solo son suficientes tres palabras en latín “Micaelis me fecit” para que todos los esquemas se rompan. Esta fórmula de firmar es una de las más habituales en el románico y si teníamos dudas sobre si Micaelis era el promotor de la obra o el artista, ya se encargó el mismo de dejar clara su condición de maestro.

¿Cómo lo hizo? Debajo de un arco apoyado sobre columnas, donde aparece inscrito su nombre, se encuentra Micaelis sentado con una especie de gorro en su cabeza, imberbe, portando en su mano izquierda un cincel y en la derecha una maza. Detrás de él un libro abierto, dicho objeto es la clave, se trata de un libro de modelos en el cual el maestro apuntaba todo lo que aprendía y realizaba con la idea de dejarlo a su sucesor al frente del taller. La firma del maestro, su representación y el libro de modelos, son elementos poco representados en el románico y su presencia en conjunto lo convierten en algo excepcional.

Representación del maestro cantero. Micaelis me fecit.

Representación del maestro cantero. Micaelis me fecit.

En Micaelis vemos un intento del artista por salir de ese anonimato que supuestamente siempre ha caracterizado al cantero románico. Como dice Miguel Ángel García Guinea

“al intentar una verdadera rebusca de los nombres de autores, arquitectos, escultores o artistas en general que han quedado unidos a su obra, constatamos que son muchos más de los que normalmente se dan a conocer, y que ese nutrido número convierte en tópico el creer que todo o casi todo el arte medieval fue innominado”[1] .

Micaelis muestra el orgullo por la obra y, sobre todo, por su profesión lo que le lleva a representarse con los instrumentos propios de su oficio y a colocarse en un lugar preferente junto a los apóstoles en la Última Cena.

La idea del maestro románico como un maestro que no buscaba fama ni que se le conociera por su obra, sino solo por desempeñar el trabajo que le habían encomendado empieza a desterrarse poco a poco. Es verdad que muchos evitaban salir a la luz tal vez por su conciencia, para evitar comentarios sobre su falta de humanidad o porque el solo hecho de tallar ya era suficiente para la salvación de su alma, pero también son muchos los que rompían su silencio como Juan de Piasca en Rebolledo de la Torre (Burgos), Covaterio en Santa María de Piasca (Cantabria) o Dominicus en Pedraza de Soria.

Lápida de consagración donde figura el nombre del maestro Covaterio. Iglesia de Santa María de Piasca (Cantabria)

Lápida de consagración donde figura el nombre del maestro Covaterio. Iglesia de Santa María de Piasca (Cantabria)

El «descaro» de Micaelis nos permite saber que trabajó en el cercano Monasterio de San Andrés de Arroyo puesto que los detalles vegetales son idénticos, en la iglesia de Santa Eufemia de Cozuelos (antiguo monasterio) y es posible que su taller también trabajara en la iglesia de San Lorenzo de Zorita del Páramo. Podemos conocer los instrumentos más importantes en su trabajo, su forma de vestir y la importancia que tenía el libro de modelos.

Sin duda, merece la pena acercarse a conocer a Micaelis y descubrir que el románico todavía tiene mucho que mostrarnos.

_______________________________________________________________________________________

[1] García Guinea, M.A “El románico nominado: arquitectos y escultores que dejaron constancia de sus nombres”. Los protagonistas de la obra románica. Fundación Santa María la Real. Aguilar de Campoo, 2004. Pág. 95.

Cristina Párbole Martín

Historiadora en la Fundación Santa María la Real. Creadora de "La Huella Románica" y difusora de todo lo que guarda este estilo artístico. En mis ratos libres investigo y defiendo los pequeños pueblos.
Posted in Historia Medieval. Tagged with , , .

One Response

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *