La región de Languedoc es sinónimo de cruzada, batallas, cátaros, borgoñones e ingleses y, tras El código Da Vinci, lugar de culto pseudocientífico. Pero en la memoria de la región además de todo ello hay un hecho que se recuerda y está presente en numerosos símbolos de ciudades y pueblos de la zona, en esculturas y monumentos, e incluso en museos. Durante 3 años del siglo XVIII los habitantes de las zonas de Auvernia, Velay y Gèvaudan entre otras, fueron víctimas de los ataques de un “devorador de hombres” que ha pasado a conocerse como La Bestia de Gèvaudan.