El punto de partida de la Reforma protestante se sitúa en la famosa controversia de las indulgencias protagonizada por Martín Lutero en 1517. En este tiempo, el dominico Johann Tetzel recaudaba considerables sumas de dinero que enviaba a Roma. El afán recaudatorio del dominico le llevaba asegurar que «aunque alguien hubiera dormido con la madre de Cristo, el Papa tenía poder… para perdonarle, siempre que [el pecador] invirtiese su dinero en el cofre de las indulgencias»[1].
Tras escuchar diversos testimonios sobre las predicaciones de Tetzel, en octubre de 1517 Lutero escribió una carta al arzobispo Alberto de Maguncia en la que denunciaba la situación y en la que aseguraba que se encontraba «extremadamente preocupado por las falsas ideas que circulan entre la gente corriente (…). Estas almas desafortunadas parecen creer que asegurarán su salvación en el momento en el que compren bulas de indulgencias»[2]. Poco después, en la víspera del día de Todos los Santos, se clavaron en la puerta de la iglesia de Wittenberg las 95 tesis de Lutero y comenzaba una lucha religiosa en la que la propaganda, y la imagen en especial, tuvieron una gran repercusión como medio de expresión. Continue reading