El Mein Kampf de Adolf Hitler es seguramente uno de los libros más conocidos de la historia reciente. O quizás no. Puede que solo sea conocido el título del libro y nada más. Porque, más allá de considerarlo la Biblia del nacionalsocialismo alemán, ¿qué más podemos decir del contenido de Mi lucha? Seguramente muy poco, y esto se debe en parte a que desde 1945 se ha convertido en un tabú, en un libro prohibido. Esto ha contribuido a su innecesaria mitificación por parte de algunos, mientras que para otros ha tomado una aura diabólica, de libro que no hay que coger entre las manos si uno no quiere que se lo tome por lo que no es.
Ahora bien, si queremos entender nuestro pasado reciente, comprender el porqué del ascenso del nacionalsocialismo y saber quién era Hitler más allá de un loco asesino de judíos, tenemos que romper el tabú del Mein Kampf, acabar con su mitificación y dejar de tener miedo a saber de qué va. Al fin y al cabo, Mi lucha estuvo lejos de ser la Biblia del nazismo, ya que poco contiene de lo que pasó a partir de 1933. Se trata más bien de un monologo insulso, redundante, aburrido, filológicamente pobre y de más de ochocientas páginas repartidas en dos volúmenes. Hitler lo escribió para ganar dinero, y cuando empezó a ser un éxito de ventas, el Fürher se convirtió en un nuevo rico dado a ciertas excentricidades. Pero esto fue a partir de 1930, cuando empezó a ser alguien en Alemania. Antes de eso, su “gran contribución” a la literatura alemana del siglo XX pasó más que desapercibida. Continue reading