No es la primera vez que os digo que las etimologías importan: ya hablamos hace algún tiempo de los orígenes del nombre de Mónaco y de alguna que otra etimología sexual. Hoy toca detenerse en una etimología algo más extraña, si cabe: la creada artificialmente a mediados del siglo XII, ampliada en el ambiente de la corte Plantagenet, que hacía referencia ni más ni menos que a los orígenes troyanos de la isla de Britania.
Ante el titular «Exiliados troyanos fundaron Londres» uno puede reaccionar de varias maneras. 1) Pensando que estamos ante un bulo informativo propio de la prensa amarillista de internet, siempre ávida de arrastrar visitantes incautos a sus páginas cargadas de publicidad, 2) suspirando ante la campaña de marketing del enésimo bodrio histórico, ya sea película, novela o serie con pretensiones o 3) sonriendo sardónicamente ante un nuevo ejemplo de una práctica bien conocida, la de los intentos de vincular los orígenes patrios al mito de Troya. Continue reading